Mi amor por la repostería nació como un refugio y un motor para seguir adelante. Desde muy joven entendí que mi condición no sería un límite, sino la oportunidad perfecta para demostrarme y demostrarle al mundo que los sueños sí se pueden alcanzar.

Con mucho esfuerzo, dedicación y el apoyo incondicional de mi familia, fui formando lo que hoy es Manu Cake, Diseño en Repostería. Mi mamá ha sido mi mayor inspiración y el pilar que me ha dado fuerza en cada paso. Juntos convertimos una pasión en un proyecto de vida.

El camino no ha sido fácil, pero cada torta, cada pedido y cada sonrisa de mis clientes me recordaban por qué valía la pena seguir. Descubrí que la repostería no solo me permitía crear postres hermosos y llenos de sabor, sino también transmitir un mensaje: que no importa la condición, siempre se puede emprender y salir adelante.

Hoy sigo trabajando con el mismo entusiasmo, pero también con un propósito mucho más grande: inspirar a otros. Quiero que quienes conozcan mi historia sepan que los sueños se construyen con constancia, amor y fe. San Felipe, mi tierra, siempre será el lugar donde enraíce mis proyectos y mi esencia, y donde continuaré creciendo como persona y como repostero.